Por qué no debemos obligar a nuestros hijos a comer

Hay que buscar los orígenes de la falta de apetito de nuestros niños y evitar por todos los medios de darles alimentos si no lo quieren, porque podemos profundizar un problema

Un niño sin hambre puede alertar que está por enfermar. / Foto: Freepik

Un niño sin hambre puede alertar que está por enfermar. / Foto: Freepik

Obligar a nuestros hijos a comer es uno de los peores errores que podemos cometer los padres, plantea el psicólogo clínico Alfonso Bernal del Riesgo en su libro Errores en la crianza de los niños.

Los más pequeños suelen no sentir hambre en algunas situaciones por diferentes causas, como por ejemplo, la presencia de una enfermedad. “Estas reacciones son frecuentes en los primeros años de la vida del niño. Obligarlo a comer en ese estado es absurdo”, dice el psicólogo clínico.

Igualmente, nuestros hijos seguramente no tendrán hambre en algunos momentos porque podrían acabar de salir o estar en un estado emocional que no los deja comer, como miedo, cólera, sorpresa, anhelo, entusiasmo, curiosidad.

¿Esto no nos pasa a los adultos? ¿Cuando estamos molestos queremos comer? ¿Y si nos enfermamos no se nos quita el apetito? ¿Te pasa a ti que me lees en este momento?

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Otra situación por la que el niño seguro no tiene hambre es porque su ritmo alimenticio está en lapso de receso.

Del Riesgo explica en su libro que el apetito del niño aumenta o disminuye por varias razones, entre ellas por causas del crecimiento.

Este crecimiento, que “se ha comprobado ocurre a empujones o a salticos”, hace variar el hambre del niño de la siguiente manera: Cuando hay saltos, aumenta el hambre; y cuando hay lapsos de estancamiento, disminuye.

Finalmente, otra de las razones -que el psicólogo plantea- por las cuales el niño no pueda sentir hambre, es por la vida que lleva y el maltrato que recibe, y aunque esas causas puedan desaparecer en algún momento, se mantienen las psicológicas.


Descubriendo los orígenes del desgano

Aunque descubrir el origen o los orígenes de la falta de apetito en el niño es siempre difícil, estos, según Del Riesgo, podrían ser algunos de lo orígenes del por qué no comen nuestros hijos:

  • Hablarle de comer en lugar de hablarle de si tiene hambre.
  • Convertir una necesidad orgánica en una ceremonia.
  • Obligarlo a comer inoportunamente.
  • Impedirle tomar con sus manos los alimentos.
  • Forzarlo a comer alimentos que repudia.
  • Negarle repetir algún alimento si lo desea.
  • Aislar al niño a la hora de comer, no sentarlo junto al resto de la familia.
  • Hacer entender y sentir al niño que su hambre y voluntad nada tienen que ver con su alimentación.
  • Imponerle comer cuando, cuanto y donde quieran sus padres… Se espera que el niño coma como si fuera un robot.

Recomendaciones para que el niño coma

Del Riesgo recomienda a los padres dejar que su hijo coma naturalmente en su compañía siempre que sea posible, usando sus manitas aunque se ensucie.

Asimismo, les pide tolerar que sus niños coman un poco más o un poco menos cuando así lo deseen.

También les sugiere dejar a sus hijos jugar durante la mañana y la tarde, atendiéndoles bastante antes y después de comer, y no atendiéndoles cuando esté comiendo solamente. «Tratándolo más correctamente de acuerdo a su edad”.

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