¿Te duele el estómago cuando te enojas? Médicos lo explican
De acuerdo al equipo de expertos médicos de Mayo Clinic, durante un cuadro de enojo, tu cuerpo responde con algunos cambios físicos, liberando las hormonas mencionadas y desencadenando una serie de reacciones biológicas
Los momentos de rabia o ira implican una carga de adrenalina y cortisol (hormona del estrés) que le «inyectas» a tu cuerpo, lo que en ocasiones termina en un dolor de estómago. Aunque no le sucede a todos, y quizás no sea tan frecuente, es una consecuencia más peligrosa de lo que crees.
De acuerdo al equipo de expertos médicos de Mayo Clinic, durante un cuadro de enojo, tu cuerpo responde con algunos cambios físicos, liberando las hormonas mencionadas y desencadenando una serie de reacciones biológicas. Una de ellas es la desviación del flujo sanguíneo.
Esto significa que tu sangre se desvía hacia los músculos, los cuales contraes durante una rabia, y se aleja del estómago, reduciendo la actividad digestiva. Y como consecuencia, un fuerte enojo podría causarte una indigestión (que no es poca cosa) y dolor de estómago.
Asimismo, el estrés prolongado o los cuadros de enojo que durante más de lo normal pueden elevar la acidez estomacal, lo que desencadena inflamación y malestares como gastritis o incluso úlceras.
Aunque los expertos aclaran que estas condiciones se producen cuando hay rabia crónica, es decir, que no se gestiona adecuadamente, advierten que cualquier persona que experimente un fuerte enojo, entra en riesgo de sufrir una reacción corporal severa, incluyendo un paro cardiaco.
El dolor de estómago cuando te enojas es similar a ducharte justo después de comer
El doctor Gonzalo Guerra Flecha, especialista digestivo y fundador del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED) en Madrid, aclara dos cosas. La primera es que ducharte justo después de comer es un hábito riesgoso, porque tu organismo está en proceso de digestión.
Pero también desmiente el llamado “corte digestivo” que las personas mencionan. Asegura que ese término no existe, pero sí ocurre otra consecuencia que, al menos en una piscina, podría llevarte a la muerte.
Y esa situación es muy similar al de experimentar un fuerte dolor de estómago después de enojarte, por el desvío de la sangre hacia otras partes, alejándose del estómago.
Cuando tu cuerpo está haciendo digestión, necesita mayor flujo de sangre en el estómago, y ese proceso puede ser interrumpido abruptamente durante un enojo o por el agua, sobre todo cuando está fría.
“Lo que sucede en realidad no es un ‘corte digestivo’, sino un shock periférico por dificultades en la vasculación«, explicó. También añadió que en plena ducha podrías morir ahogado por inmersión, y en plena rabia, por un paro cardiaco o un accidente cerebrovascular (ACV).
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.