Qué alimentos nunca debes mezclar a la hora de comer
Se trata de combinaciones que producen un "cortocircuito" en tu sistema digestivo
Cuando te fijas una dieta sana y balanceada has ganado mucho terreno en tu objetivo de mantenerte saludable y aportar a tu organismo todos los nutrientes que a diario requiere.
Sin embargo la alimentación va mucho más allá, porque puedes estar consumiendo comidas muy sanas, pero desafortunadamente no te das cuenta que te equivocas en las combinaciones.
Estamos hablando de mezclas que no se identifican por un sabor propio de los alimentos. Tampoco por la textura o cantidad, sino a través la reacción nutricional, que termina siendo como un «cortocircuito» en tu sistema digestivo.
Hay comidas que por muy saludables que sean no son compatibles, quizás algunas ni te las imaginabas. Con el aporte de Mejor con Salud, acá te guiamos para que puedas reorganizar tu dieta y consentir tu estómago.
7 alimentos que nunca debes mezclar a la hora de comer
Lácteos y lentejas
1
En este escenario hay dos motivos a considerar. El primero es que las grasas y proteínas de ambos alimentos sobrecargan tu estómago, generando inflamación, gases o posiblemente diarrea.
La segunda razón es más nutricional, ya que el hierro que contienen legumbres como las lentejas se ve «atacado» por el calcio de los lácteos, causando daño a nivel intestinal.
Espinacas y queso
2
El motivo específico es la presencia de oxalatos en las espinacas. Esta sustancia impide que el organismo absorba correctamente el calcio que desprenden lácteos como el queso.
Por su parte se recomienda consumirlo con alimentos que contengan vitamina D, que incrementa la absorción de calcio y la densidad ósea.
Frutas dulces y ácidas
3
Estas no son combinaciones tradicionales. Cuando comes kiwi y plátano maduro, por ejemplo, produces una reacción química que en tu organismo no es habitual y puede ser perjudicial.
Cereales y refrescos
4
La razón principal es que los cereales contienen magnesio y en estas bebidas azucaradas hay fosfatos, los cuales impiden que el primero sea absorbido correctamente por tu organismo.
Azúcar y otros endulzantes
5
Es tan sencillo como caer en redundancia. Añadir azúcar a comidas que naturalmente ya son dulces dispara el número de calorías que tu organismo tiene que asimilar.
Los expertos también aconsejan emplear endulzantes más naturales y reducir el consumo de azúcar refinada.
Salsas en las comidas
6
Más allá del sabor particular que posee cada una, las salsas solo son fuentes de grasas que ralentizan tu digestión.
La explicación específica es que impiden que las enzimas de los jugos gástricos realicen sus funciones correctamente.
Líquidos y comidas
7
Nos lo enseñaron desde niños. Tomar muchos líquidos con cualquier comida sólida dificulta la digestión, creando pesadez, fatiga y regurgitación.
Algunos nutricionistas aconsejan beber agua solo 20 minutos antes de comer para que los jugos digestivos puedan descomponer los alimentos apropiadamente. Además, se recomienda masticar lo suficiente la comida y así favorecer el proceso.