4 elementos para limpiar ventanas y vidrios sin dejar marcas
Antes de limpiar las ventanas de afuera, es mejor limpiar con un paño seco para quitar la capa de polvo, porque esta formará arena
Si bien este tipo de limpieza parece una tarea sencilla, existen tres consejos infalibles para hacerla de manera adecuada y correcta.
Antes de comenzar, es importante elegir un día nublado. Esto porque en un día soleado, el sol secará rápidamente el producto de limpieza y las probabilidades de dejar marcas serán mayores.
Luego, asegurarse de tener a mano los siguientes materiales: Un limpiador de vidrios de calidad o una mezcla casera de agua y vinagre en partes iguales.
También es importante tener a mano un rociador. Papel de diario, un paño de microfibra o un limpiador de vidrios con esponja y goma y un balde con agua tibia y un poco de jabón (opcional para suciedad difícil de sacar).
Recuerda qué, en el campo de la limpieza, no solo los productos de alta calidad son suficientes, también necesitas dominar el conocimiento correcto para que los resultados sean excelentes.
Antes de empezar a limpiar los vidrios
- Antes de limpiar las ventanas de afuera, es mejor limpiar con un paño seco para quitar la capa de polvo, porque esta formará arena. Si no se quita el polvo, los cristales se rayarán al limpiar, por lo que siempre verá las marcas que no puede eliminar.
- Si quieres hacer una limpieza de cristales a fondo, lo mejor es empezar por el marco, ya que, si no lo haces, podrías ensuciar las ventanas.
- Antes de comenzar lo mejor es cubrir la parte de la pared con un rodillo de plástico para evitar que el polvo gotee y las manche la superficie.
Consejos durante la limpieza de vidrios
- De arriba para abajo: en ventanas muy sucias, es mejor usar una esponja porosa y limpiar de arriba a abajo para evitar goteos. Si secas con un paño de microfibra, puedes ayudar a pulir el vidrio. Ten cuidado de que no se peguen pelusas sueltas al vidrio.
- Usa periódico: otra forma de limpiar las ventanas sin rayarlas es usar papel de periódico viejo, nunca uses papel nuevo. El papel te permite limpiar sin preocuparte por rayar los cristales. Además, el periódico dejará una pequeña capa invisible para que tus vidrios sean más resistentes a las manchas.
- Ambos lados: otro consejo es limpiar el cristal interior con un movimiento horizontal y el cristal exterior con un movimiento vertical. Puesto que si dejas una marca, sabrás de qué lado debes revisar en lugar de perder tiempo buscando el origen de la macha.
- Reducir las burbujas: nada puede manchar el vidrio como la espuma. Si usas vinagre o limpiacristales, esto no será un problema. Sin embargo, vas agregar jabón a su solución, recuerda usar una cantidad mínima de jabón para limpiar el vidrio.
- Pulir al final: incluso si sigue todos los pasos correctos, aún puede quedar una o dos marcas. En este caso, la forma más fácil de quitar las manchas es limpiar el vidrio con un paño de gamuza o microfibra. Cuando realices esto procura mantener el paño seco y usarlo en el vidrio después de limpiarlo.
- Mantenimiento constante: el mejor consejo para reducir la limpieza del vidrio y no dejar rastros es limpiar el vidrio con la mayor frecuencia posible para evitar la acumulación de polvo y suciedad. Ya sea una empresa o una casa, o una residencia privada. La limpieza a fondo de cristales y ventanas requiere una limpieza exhaustiva y eficaz de forma regular. Es por esta razón que se recomienda no esperar mucho tiempo para volver a limpiar el vidrio y las ventanas.
Revisión y retoques
Finalmente se recomienda inspeccionar las ventanas desde diferentes ángulos y bajo distintas perspectivas de luz, ya que esta práctica ayudará a identificar cualquier marca o área que necesite retoques.
Un truco útil es limpiar el lado interior de la ventana en una dirección (por ejemplo, verticalmente) y el exterior horizontalmente. De esta manera, si quedan marcas se puede identificar a qué lado pertenecen.
Y por último, utilizar un algodón o un hisopo humedecido en limpiador para no descuidar la limpieza de los marcos y rincones difíciles, puesto que la suciedad acumulada puede terminar en el vidrio.