«Trabajar en equipo» un ejercicio de liderazgo para tu hijo
Los proyectos grupales o los deportes son excelentes actividades para que los niños aprendan a trabajar en equipo
El trabajo en equipo estimula la capacidad de liderazgo en tu hijo y le permite resolver problemas Crédito: Brian A Jackson | Shutterstock
Los expertos en pedagogía infantil aseguran que se pueden cultivar aptitudes de líder en niños a través del juego. De acuerdo con un artículo publicado por la revista Forbes, hay ciertas acciones que, como papá, puedes llevar a cabo para impulsarlo a ser un líder desde temprana edad.
Lo importante, antes de comenzar con estos ejercicios de liderazgo para tu hijo, es planterte como padre: “¿Para qué (ser líder)?», esto te ayudará a delimitar tus acciones en función del bienestar mental y emocional de tu hijo.
Y la respuesta a esa pregunta puede ser: «Para que seas feliz haciendo lo que más te gusta. Siendo libre de ser el dueño de tu destino y decisiones”, así lo afirma Jesús Piña, académico del departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana.
Según Piña un líder se caracteriza por ser abierto, empático, responsable, consciente de sí mismo y de sus emociones, y estas aptitudes pueden estimularse en el desarrollo infantil.
“Al papá o mamá les diría: date permiso de regarla. Intencionalmente ve y equivócate», añadió Piña, asimismo refuerza que “cuando te equivoques [como padre], debes reconocerlo (…). Paradójicamente, mientras más reconoces tus errores y sigues avanzando, lo interesante es que tu figura crece frente a tus hijos”.
A continuación te dejamos esas pequeñas acciones que puedes activar en casa para incentivar el liderazgo en tu hijo. Recuerda que lo más importante son las palabras correctas:
Permítele a tu hijo tomar riesgos
Sí, es díficil soltar el control de cuidarlos, pero dejarlos salir de la burbuja de protección les puede generar más beneficios de los que imaginas.
Al permitirles experimentar los riesgos generales y aceptables para su bienestar, también le estás permitiendo conocer hasta dónde puede llegar sin ayuda, lo que lo hará ser más independiente y seguro de sí mismo.
Permite que tu hijo resuelva sus problemas
Aunque por momentos aceptes de inmediato atender sus demandas, rescatarlo de sus problemas, incluso sin que te lo pida no contribuje en el estimulo de aptutudes de liderazgo.
Al permitirle resolver sus conflictos, le estás haciendo saber que va a estar bien y que puede lograr lo que se proponga sin tu ayuda.
La derrota o frustración son buenas
Desminitifiquemos el cometer errores. Fomentemos como padres que los errores están bien, son permitidos, este hábito convierte a tu hijo en un persona que enfrenta sus desafío desde la proactividad y no desde la frustración.
Evita premiarlo por cada uno de sus logros
No todas sus acciones requieren un premio. Debes elegir cuáles son las buenas acciones por las que te gustaría premiar a tu hijo.
Por ejemplo, terminar el fin de curso con nostras sobresalientes, o haber conseguido una medalla deportiva son buenos motivos para premiarlo, pero no por el resultado final sino por el esfuerzo que le requirió mantener en l competencia, despertarse temprano, estudiar hasta tarde.
Fomenta el «trabajo en equipo»
Es importante que como padres, podamos generar espacios donde los niños aprendan un rol en las actividades de equipo.
Esto les permite estar a cargo, seguir normas, respetar al otro, tomar decisiones en función del grupo, este tipo de responsabilidades lo ayudarán a marcar prioridades, integrarse y a ser empático, dos características de grandes líderes.
Si bien es cierto que en el liderazgo influyen factores genéticos, los rasgos de personalidad, el entorno ambiental y familia y los padres no tienen control sobre los dos primeros, también es cierto que no es imposible enseñar estas aptitudes, así lo dijo el presidente de la Sociedad Mexicana de Psicología, Alejandro Zalce.
Por su parte, Katia Villafuerte, especialista en Psicología Organizacional y profesora del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, asegura que “No es mandar, no es obligar, no es imponer”, es estimular aptitudes que le permitirán sentirse mejor con quién es y cómo se desarrolla en la vida.
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