Diario de un padre primerizo: por qué mi bebé está amarillo

En esta sección quiero contarte todas mis experiencias como papá primerizo, empatizar contigo, ofrecerte consejos que voy aprendiendo y contarte los errores que llegué a cometer

Ictericia del recién nacido: por qué mi bebé está amarillo.

El tono amarillento en la piel de tu bebé es más notorio cuando tiene entre 2 y 4 días de nacido, pudiendo extenderse hasta los 14 días. Crédito: Shutterstock

¡Hola, hola! ¡Papá primerizo! ¿Cómo sigue tu aventura en la crianza de un bebé? Por acá nos llevamos un “susto” (por así decirlo), recientemente, cuando fuimos a colocarle una vacuna a mi hijo. Le tocaba la BCG (contra tuberculosis) cuando en la sala de espera mi esposa notó que el bebé estaba literalmente amarillo.

No era intenso y tampoco lucía alarmante, de hecho pensamos que la iluminación de aquella sala nos estaba jugando una broma. Sin embargo, nos quedó claro que su piel tenía un tono amarillento, sobre todo en el abdomen, el pecho y el rostro.

Nuestro bebé tenía exactamente 7 días de nacido y faltaban dos para que le tocara su primera consulta pediátrica. Pero en vista de la “amarillenta experiencia”, decidimos buscar un pediatra en cuanto le pusieran su vacuna BCG.

Aclaro que, un día después que nació, le aplicaron su vacuna contra la hepatitis, así que por ese lado estábamos “tranquilos”. Mientras tanto, comencé a buscar información en mi teléfono, consultando al intimidante Google, y encontré la clave: “ictericia del recién nacido”.

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Por qué mi bebé estaba amarillo

Ese mismo día conocimos al pediatra Larry Méndez (@drlarry_mendez), del que te comenté anteriormente y quien me enseñó cómo sacarle los gases a mi bebé.

Si bien es más común de lo que pensarías, la ictericia del recién nacido ocurre cuando se acumula demasiada bilirrubina en el cuerpo del bebé, reflejándose en la piel y en la zona blanca de los ojos, indican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

También señalan que, “en algunos bebés, el hígado puede no haberse desarrollado lo suficiente como para eliminar la bilirrubina”.

El doctor Larry Méndez no nos dio esa explicación tan meticulosa, sino que prefirió aclarar que es algo normal y que requiere un tratamiento muy simple: luz solar.

Es curioso porque días antes, una pediatra que participó en la cesárea de mi esposa nos recomendaba no exponer al bebé al sol, en lo absoluto. Sin embargo, he allí la importancia de siempre buscar una segunda opinión.


Cómo aplicar luz a tu bebé para quitarle el color amarillo de su piel

Se trata de una fototerapia y cumplirla es realmente sencilla: 10 minutos de sol cuando está amaneciendo (5 por la espalda y 5 por el pecho), es decir, rayos solares que no queman, y 10 minutos más por la tarde, cuando ya se está ocultando.

Adicionalmente, nos recomendó alumbrar su cuerpo con un bombillo de luz blanca para reforzar el tratamiento. Incluso, destacó que esta última técnica era más efectiva e importante.

Tan solo tienes que taparle los ojos a tu bebé, con tu propia mano o con uno de sus gorritos, y exponerlo a la luz blanca durante unos 10 minutos, primero en el pecho y luego en toda la espalda. La distancia entre la luz y el cuerpo del recién nacido debe ser 30 centímetros, aproximadamente, precisó el pediatra Larry Méndez.

Una semana después, fuimos nuevamente consultorio y la mejoría fue muy notable. El doctor nos explicó que el tono de piel amarillo había disminuido satisfactoriamente en el abdomen y el pecho, pero que continuáramos una semana más para acabar con el reflejo amarillento en el rostro. Si bien estaba mucho mejor, es cierto que en su carita aún quedaban algunos destellos.

Ahora mi esposa y yo estamos orgullosos de haber detectado ese tono amarillo del día de su vacunación y el hecho de no haber esperado los dos días restantes para ir a la primera consulta pediátrica.

Siempre que tengas una duda sobre la salud de tu bebé, te recomiendo atenderla de inmediato. No solo acumulas puntos de buen padre, sino que ofreces un gran apoyo emocional a la madre de tu hijo, quien también necesita estar en óptimas condiciones físicas y emocionales para alimentarlo.

Ya puedo mirarme al espejo y decir: ¡Bien hecho, papá!

Desde la sección de comentarios, comparte con nosotros y otros lectores cómo fue tu experiencia como padre primerizo, al cargar a tu bebé recién nacido. También te invitamos a ofrecer más consejos y anécdotas.

¡Y ya regreso, hoy le toca un baño a mi bebé!


La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.

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