Usar tu teléfono mientras comes podría llevarte a la obesidad: cómo
Investigadores de la Universidad Federal de Lavras hallaron que comer con distractores como el teléfono celular aumentó aproximadamente un 15% la ingesta calórica y de lípidos
Los investigadores evaluaron la influencia de la distracción de los teléfonos inteligentes durante la comida en la ingesta calórica de 62 participantes reclutados para pruebas experimentales de refrigerios realizadas en cuatro días diferentes. Crédito: Shutterstock
Un simple hábito como el hecho de usar tu teléfono mientras comes podría conducirte a la obesidad, demostró un estudio de la Universidad Federal de Lavras, en Brasil.
Los investigadores evaluaron la influencia de la distracción de los teléfonos inteligentes durante la comida en la ingesta calórica de 62 participantes reclutados para pruebas experimentales de refrigerios realizadas en cuatro días diferentes.
Al inicio, los científicos examinaron el rendimiento masticatorio, el umbral de deglución, la frecuencia masticatoria y el índice de masa corporal (IMC) en condiciones normales.
Para las siguientes tres sesiones, a los voluntarios se les presentó una prueba de bocadillos en la que comieron en tres condiciones experimentales: sin distracciones, usando sus teléfonos inteligentes o leyendo un texto impreso.
Al final de cada sesión, se les midió la ingesta calórica estratificada total y compuesta nutricional.
Hallaron que comer con distractores como el teléfono celular aumentó aproximadamente un 15% la ingesta calórica y de lípidos, con variaciones mayores para los hombres de más edad.
Los resultados se publicaron la revista científica revisada por pares Physiology & Behavior, en el año 2019.
Estados Unidos es uno de los países que tiene mayores índices de obesidad y sobrepeso en el mundo.
Desde los años 1999-2000 hasta 2017-2018, la prevalencia de la obesidad en Estados Unidos aumentó del 30.5% al 42.4%. Durante el mismo tiempo, la prevalencia de la obesidad severa aumentó del 4.7% al 9.2%.
El sobrepeso y la obesidad pueden conducir a enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer. De hecho, estas se encuentran entre las principales causas de muerte prematuras y prevenibles.
Obesidad, ¿un problema genético?
Investigadores creen que la obesidad tendría su causa fundamental en una serie de genes llamados “el camino del hipopótamo” y por tanto podría curarse con modificaciones genéticas.
De acuerdo con la doctora Andrea Brand, de la Universidad de Cambridge, expuso que “activar” estos cuatro genes en las moscas de la fruta redujo su capacidad de almacenar grasa, reseñó The Sun.
Brand sugirió que puede que ya existan medicamentos que podrían tener el efecto secundario de estimular estos genes y reducir la grasa.
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