San Valentín: 10 regalos chistosos para el 14 de febrero que van a encantar a tu pareja

¿Has pensado en una solución para esas noches en las que terminas desarropado por culpa de tu pareja?

Pues en San Valentín podrías ingeniártelas con un par de cobijas individuales, pero personalizadas, de modo que luzca como si hubiesen hecho una división a tijera.

Seguro tendrás que esforzarte para hallar el modelo a través de internet, pero una almohada que al tomarla parezca un abrazo es increíblemente original.

Una vez que la tengas agrégale tu perfume y listo, tu pareja sentirá que al abrazarla estará muy cerca de ti.

Buscando en la tienda correcta o incluso mandándolas a fabricar, puedes hacerte con un juego de tazas que combinen perfectamente en motivo de San Valentín.

Imagina un par de tazas en forma de rostro que al juntarlas se dan un beso o quizás unas con la mitad de un corazón. Lo ideal es que la mañana de San Valentín sea divertida y fuera de rutina para las redes sociales.

Quizás es un poco osado, pero si estás en una relación de mente abierta este regalo chistoso puede resultar genial para San Valentín. Y recuerda que lo que no se consigue, se inventa.

Cuando logren combinarse pueden compartir una sesión de fotos de consumo personal.

Existe millones de peluches de corazón, ese famoso trazo que denota el amor. Pero qué tal si regalas a tu pareja un corazón que tenga la forma anatómica correcta, con todas esas partes y funciones de la bomba aórtica (¡Jaja!).

Si te decantas por los dulces, al menos podrías cambiar el envoltorio. Algo que se nos ocurre son los caramelos de “emergencia”, guardados en esa reconocida caja que dice: “en caso de emergencia, rompa el cristal”.

Pero cuidado con la cantidad de piezas, porque la idea es que le dediquen un par de horas para lograrlo. Si tienes una pareja que ama los juegos de lógica y estrategia, un rompecabezas con temática romántica será perfecto para San Valentín. Que el resto lo hagan el vino y los besos.

No compres brownies, hagamos brownies. Con una receta apuntada y con todos los ingredientes a mano, conquista a tu pareja con un entretenido molde para preparar el dulce en una noche romántica.

Lo ideal es que el tamaño sea pequeño o mini para un desayuno completamente tierno. Además, la limpieza ser más fácil y no faltarán las fotos para inmortalizar el detalle.

O dos portavasos para la ducha, dependiendo de cuánta “suerte” tengas en San Valentín. Este curioso detalle no solo es romántico, sino también muy gracioso y acertado.