A qué edad decirle a un niño que Santa no existe: 4 tips para que no lo tome a mal
Los psicólogos infantiles afirman que entre su intuición y curiosidad, los niños en algún momento descubren regalos ocultos o pueden comentarse entre ellos sobre Santa Claus, por lo que los padres deben estar preparados
Para miles de millones de niños, Santa Claus es un personaje que les llena la Navidad de ilusión y mucha emoción. Crédito: Freepik
La existencia de Santa Claus es una tradición para muchos familias, mientras que otras no ven la necesidad de contar el mito a sus hijos para que crean que aquel «simpático gordo, vestido de rojo y soltando el famoso ‘jo jo jo'» es quien coloca los regalos bajo el árbol de Navidad. Si bien es una creencia que puede «adornar» la infancia de muchos niños, llenándola de ilusión y emoción por la espera de los obsequios, no todos lo ven desde la misma perspectiva.
De acuerdo a la cuenta de Instagram Transforming Toddlerhood, que maneja este tipo de temas familiares, hay menciones sobre Santa Claus que podrían evitarse y otras que quizás estarían más acertadas a intentarse.
Por ejemplo, aquella anécdota de que vive en el Polo Norte y fabrica juguetes con los elfos podría no ser tan apropiada. Pero plantear la historia de un hombre llamado San Nicolás, conocido por su generosidad, compasión hacia los necesitados y su amor a los niños ha llevado a la gente a darle un espacio de tributo y a pretender que existe.
Lo que sí consideran los expertos es que jamás se le diga a los niños que su buen o mal comportamiento está siendo observado por Santa y que podría no darle regalos. Para ello, es preferible afirmar que la Navidad es uno de los tantos momentos del año en el que le expresan su amor como padres por sobre todas las cosas.
A qué edad decirle a un niño que Santa no existe
Aclarados los puntos anteriores, si en tu hogar se cumplió la tradición y cada Nochebuena tu hijo pone galletas con leche y espera regalos de Santa, hay una etapa de su infancia en que esta creencia deberá caerse.
Según Bebé y Más, los psicólogos apuntan que la edad ideal para confesar la verdad es entre 7 y 11 años, ya que tienen mayor capacidad de comprensión y es una edad donde tarde o temprano van a descubrir que Santa es solo una ilusión de la Navidad.
Recuerda que entre su intuición y curiosidad podría descubrir los regalos ocultos, notar alguna actitud sospechosa como que lo sacan de casa para que alguien deje los obsequios e incluso podría enterarse por los comentarios de otros niños.
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4 tips para que no lo tome a mal
Si pregunta, no le mientas
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Algún día tu hijo podría llegarte con la pregunta certera, quizás porque escuchó o descubrió algo. En este escenario aprovecha y dile la verdad, porque si le mientes podrías hacerle enojar más adelante.
Pregúntale qué cree o qué fue lo que escuchó, así sabrás hasta dónde llegan sus sospechas y podrás abordar el tema.
Si lo tiene claro, cuéntale cuál es la tradición
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Una vez que diga: «Santa no existe, ya lo sé», dale un abrazo y felicítalo por ser un niño inteligente e intuitivo que ha descubierto la verdad. Y seguidamente aclárale cuál es la tradición de la Navidad respecto al personaje, que es utilizado para brindarle mayor diversión a los niños y que seguirá siendo una imagen simbólica de las festividades.
Si bien no existe físicamente, Santa Claus es una ilusión que atrapa a niños y adultos.
Si no lo tiene muy claro, puede sobrellevarlo si lo deseas
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Quizás aún cree en Santa, pero aquello de la magia, los elfos y los renos voladores le está resultado imposible de digerir. En este caso podrías preparar el terreno y decirle que los padres son ayudantes de Santa para cumplir el objetivo de que todos los niños reciban sus regalos.
Cuando está enojado
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Ten paciencia, acepta su opinión y sus sentimientos, pero por favor no le mientas. Déjalo hacer preguntas y que se exprese, porque acaba de derrumbarse una ilusión que forma parte del proceso infantil de muchos niños o al menos en los hogares donde se formó la tradición de Santa Claus.
Cuéntale que todo se trata de un juego y una costumbre que los padres tienen con los niños para que vean la Navidad como una época de amor, diversión y felicidad.
