Mi esposo me golpeó y después me pidió perdón: qué debo hacer
Cuando tu esposo recurre a la fuerza bruta y te golpea acaba de encender una alarma que ya no se apaga
Cualquier jaloncito de cabello, pellizco, palmada o apretón es agresión física, típica de la violencia de género. Crédito: Freepik
El que miente una vez, miente dos veces. Si engaña una vez, engaña de nuevo y quien golpea una vez, golpea por siempre. Probablemente no esperabas encontrarte con una realidad tan contundente en el inicio de este artículo, pero siendo fiel a mi forma de pensar, un matrimonio que se introduce en la violencia de género se ha roto por completo. Y es que por más que haya pedido perdón, lo lamentable es que haya tenido que disculparse por semejante atrocidad.
No importa la magnitud de la agresión, ese «pequeño» jaloncito de pelo, un pellizco en zona blanda que duele, esa palmada en la espalda con dosis extra de fuerza o un apretón en el brazo que te hizo daño. Cuando un hombre recurre a la fuerza bruta contra ti acaba de encender una alarma que ya no se apaga. No trates de disfrazar ni justificar, porque acabas de ser víctima de la violencia doméstica.
Al igual que las infidelidades y las mentiras, los golpes fracturan la confianza con la pareja, pero a diferencia de las dos primeras, la tercera no preserva tu integridad física, lo que es aún peor. Si en mi deber está darte un consejo, te digo: toma tus pertenencias y huye. Si fue la primera vez, aprovecha el momento y sal de allí, porque luego podrías no escapar.
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Qué debo hacer si mi esposo me golpea y luego me pide perdón
La primera recomendación ya te la he dado, contundente, firme y segura: ¡Vete, mujer! porque el intento de perdón que proviene de un maltrato físico es una negociación, sobre todo si hay hijos de por medio. Una vez que te hayas ido, te dejo otros 4 consejos sobre qué debes hacer:
Busca una amistad o familiar de confianza
1
Es fundamental para refugiarte en alguien que te conozca, que sepa de tus problemas y que pueda brindarte su apoyo en este momento tan delicado.
No apagues tu teléfono, al contrario, analiza su comportamiento al momento de intentar comunicarse contigo. Si es capaz de llamarte más de 20 veces o dejarte una cantidad insuperable de mensajes, está cayendo en una desesperación que no es de una persona sana.
Bajo ningún motivo le digas dónde estás ni con quién, no des ninguna información que pueda perjudicar a la amistad o al familiar que acudiste.
Denuncia con evidencias
2
Llegar a una estación de policía sin evidencias de violencia de género no puede sustentar tu denuncia. Guarda mensajes que lo expongan y toma fotos a cualquier signo del maltrato que haya quedado en tu piel, pues solo así las autoridades tendrán motivos para detenerlo o emitir una orden de alejamiento.
Sé fuerte
3
Se trata de tu esposo, suena duro y no te imaginabas llegar a vivir una situación como esta. Pero si has tomado la decisión de macharte de esa casa, probablemente te estás evitando un sinfín de desgracias.
Sé fuerte, enorgullécete de no permitir que te maltraten una vez más y siéntete afortunada de haber escapado de un nefasto escenario.
Sepárate
4
Es seguramente la decisión más correcta, pero la menos tomada por las mujeres en una situación de violencia de género, debido al temor, amenanzas, las circunstancias económicas o la creencia de que el matrimonio aún puede salvarse. Si bien estás en derecho de pensar que lo ocurrido tiene remedio, recuerda que luego podría ser muy tarde.
Un hombre que ha optado por la agresión sabe que lo hizo y una nueva oportunidad le dará tiempo de pensar cómo evitar que en un futuro vuelvas a escapar.
