Mi hijo no quiere comer: servirle el postre junto a la comida puede ayudarte, según una nutricionista

La dietista Jennifer Anderson asegura que usar el postre como "recompensa" les hace perder interés en sus alimentos principales, pero servirlo junto al resto de la comida lo baja del "pedestal"

Mi hijo no quiere comer

Los expertos infantiles sugieren tomar ideas creativas para convencerlos, mas nunca obligarlos a comer Crédito: Freepik

Cruzan sus brazos, agachan la cabeza y están completamente dispuestos a armar un berrinche ante tu mínima insistencia. Uno de los momentos más desafiantes para los padres es cuando su hijo se resiste a la hora de comer. En ciertos casos, a los pequeños no les apetece el alimento o luego de probar un bocado pierden el interés en continuar.

Y allí es donde entra nuestro amigo “el postre”, que como estrategia se ofrece al niño como recompensa para motivarlo a que termine su comida o al menos una parte de ella. Aunque luce como la idea más efectiva, esta tiene grandes inconvenientes.

La nutricionista Jennifer Anderson, fundadora de Kids eat in color, sugiere que servir el postre luego de la comida coloca este platillo en un “pedestal” para los niños. “Cada vez que se usa como recompensa, el premio es más deseable. Esto significa que en lugar de motivarlo, hace que deseen menos los alimentos que realmente necesita”, detalla la experta, según reseña Pure Wow.


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¿Y qué tal si sirves el postre junto con la comida?

Por supuesto que suena insólito. Nadie se imaginaría que junto a sus vegetales haya un trozo de pastel, o que dos galletas se acomoden en el plato con su porción de pollo y arroz. Pues de acuerdo a la nutricionista, este cambio (radical) podría hacer que la hora de comer no solo sea la favorita del niño, sino que verdaderamente coma sin formar los dramas innecesarios.

“He visto a miles y miles de familias ayudar a sus hijos a quitar el postre del pedestal sirviendo una pequeña ración del postre con una comida, sin emitir comentarios”, asegura la dietista y madre de dos pequeños. “De hecho, así es como sirvo principalmente dulces en mi casa. Yo digo: ‘tendremos un dulce con el almuerzo. Una pieza va con la comida’… sin comentarios“.

¿Pero en qué consiste este inédito plan? la doctora Jennifer Anderson explica que, aunque suena contradictorio, adquiere sentido si lo piensas con detenimiento. “Si tratas las cosas azucaradas como cosas divertidas, entonces, por supuesto, se enfocarán en eso. Pero si eres totalmente informal sobre el postre y les haces saber que recibirán pequeños bocadillos con bastante regularidad, entonces pierde su estatus de estrella”, detalla.

Para la experta la clave es que el postre evidentemente sea una porción pequeña, ya que bajo ningún motivo debe llenar su estómago, para eso estará el plato principal, el que necesitamos que se devoren. Asimismo, la doctora afirma que los resultados sobre la reacción del niño pueden ser muy efectivos. “Es posible que te sorprenda lo que tu quisquilloso con la comida hará ahora”, dijo.

Como recomendación final, la nutricionista advierte tener carácter frente a la probabilidad de que pidan más postre, lo cual puede ocurrer al comienzo de la estrategia. Ante el escenario, se le debe decir que era “todo el dulce que había para esa comida” y con el tiempo, además de no seguir preguntando, comerán más de los otros alimentos del plato, ya que el famoso postre ha perdido su encanto.


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