A partir de qué edad los niños deberían empezar a hablar y cuáles son los signos de alarma
Antes de decir sus primeras palabras, los más pequeños debieron haber pasado por una serie de etapas, desde el nacimiento, en el que usa muchas maneras de comunicarse
Antes de comenzar a decir sus primeras palabras, el niño debe pasar por una serie de etapas desde su nacimiento, entre las que destacan el grito y la lalación, por lo que este esperado momento de escuchar a hablar a los más pequeños llegará cuando termine ese proceso.
Aunque el primer grito del niño al nacer no es más que un reflejo respiratorio, este termina convirtiéndose en su primer medio para comunicarse con quienes le rodean, diferenciando cada una de sus necesidades con un llanto característico: el grito de hambre, de cólera, de dolor, de miedo, refiere el libro Tu hijo crece.
En sus primeros meses de vida, el pequeño se expresará según sus necesidades. Dependiendo del grito o llanto, la madre sabrá cuándo tomar al niño para darle de mamar, cambiarle el pañal, distraerle o consolarle.
Hacia el medio año de vida, a partir de los 5 meses aproximadamente, comienza a darse el periodo de lalación en el más pequeño, el cual consiste en emitir sonidos más o menos articulados, formando parte en ese proceso de aprendizaje del habla.
Y unos meses después, entre los 10 y 14 meses de vida, es cuando se da el periodo de las primeras palabras. En esta etapa el niño repetirá las palabras que habrá escuchado con mayor frecuencia como papá, mamá, agua, tete; y las empleará para cualquier motivo, otorgándoles también significados muy amplios.
Esta es la etapa de palabra-frase, que termina a los dos años y medio, cuando el niño ya cuenta con la capacidad intelectual para hacer crecer rápidamente su vocabulario, contando con la ayuda de sus padres y familiares cercanos.
La edad en que los niños deberían empezar a hablar y los signos de alarma
De todos los progresos que realiza el niño, el hablar y el andar son los más esperados, porque en cuanto sucede, da a los que le rodean la impresión de que por fin comprende y puede hacerse entender, no obstante, el lenguaje no es tan solo un instrumento que permite expresarse y ponerse en contacto con el mundo exterior, dice el libro Tu hijo crece..
El lenguaje “es también una función, esto es, un mecanismo complejo cuya puesta en marcha depende a la vez de cierto grado de desarrollo del sistema nervioso y de un nivel determinado en su desarrollo intelectual”, señala.
El lenguaje no empieza con el empleo de la primera palabra. Antes de hablar, el niño pasa por toda una serie de etapas preparatorias, cuya sucesión y progresión muestran hasta qué punto el descubrimiento del lenguaje está ligado a todo el conjunto de la evolución, apunta el texto.