Qué lesiones en la piel son síntoma de una enfermedad de transmisión sexual

Piel enrojecida, llagas o verrugas, son algunos de los signos que pueden aparecerle a las personas que se han contagiado con alguna enfermedad venérea

Lesiones en la piel íntima puede ser señal de enfermedades venéreas. / Foto: Dragana Gordic - Freepik.

Lesiones en la piel íntima puede ser señal de enfermedades venéreas. / Foto: Dragana Gordic - Freepik.

Aunque un reciente estudio realizado en España halló que el contagio de las enfermedades de transmisión sexual ha bajado por el confinamiento, estos padecimientos siguen siendo uno de los más frecuentes en la población mundial, por lo que tomar las medidas de prevención es tan importante como conocer los síntomas, muchos de ellos relacionados con la piel, para buscar atención médica de inmediato.

“Vemos un claro descenso de consultas por cualquier causa en todos los centros y también una reducción importante en el número de enfermedades de transmisión sexual diagnosticadas, de hasta un 80% aproximadamente para algunos diagnósticos”, dijo al portal Cuidate Plus Eloy Tarín Vicente, principal autor del estudio multicéntrico y residente de dermatología en el Hospital Universitario La Paz, en Madrid.

Las enfermedades de transmisión sexual o venéreas son tan variadas como sus síntomas; secreción inusual del pene o la vagina, micción frecuente o dolorosa, olor vaginal anormal, picazón, dolor o sangrado anal, dolor abdominal, fiebre, son algunos de los más destacados. No obstante, sus signos en la piel son muy característicos, como la aparición de llagas o verrugas en el área genital o enrojecimiento, y por los cuales podremos saber si nos hemos contagiado.

El portal Cuídate Plus publicó una lista de algunas enfermedades venéreas, en las que predominan los síntomas de la piel, que decidimos compartir para que las puedas identificar.

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Banalitis candidiásica

Esta infección “se caracteriza por una erupción eritematosa con dolor y/o picor”. Las lesiones típicas son “máculas eritematosas con pequeñas pápulas, o áreas rojo- grisáceas con aspecto vidrioso”. Si hay duda diagnóstica, se puede realizar “hidróxido potásico o un cultivo de zona subprepucial”.

Si existe recurrencia, es importante “descartar diabetes mellitus, el uso de antibióticos de amplio espectro, inmunodeficiencia o reinfección a través de la pareja”.

El tratamiento de esta balanitis es “clotrimazol tópico al 1% o miconazol tópico al 2%, aunque también puede usarse fluconazol 150 oral”. En este caso, según el experto, “es siempre aconsejable tratar a la pareja”.


Balanitis alérgica o por irritaciones

Esta balanitis tiene una clínica muy variable, “desde un pequeño eritema hasta causar edema de glande”. Suele existir “atopia y casi siempre se asocia a lavados frecuentes de genitales”.

El tratamiento consiste en “evitar los agentes irritantes, utilizar cremas emolientes como sustitutivo a jabones e hidrocortisona al 1% cada 12 horas hasta la desaparición de los síntomas”.


Balanitis circinada

Esta balanitis “se caracteriza por la aparición de lesiones blanco-grisáceas en el glande de aspecto geográfico y con bordes blanquecinos”. Puede estar asociado al “síndrome de Reiter, por lo que es posible que sea necesario realizar una biopsia para llegar al diagnóstico definitivo”.

El tratamiento de este tipo de balanitis es “hidrocortisona tópica al 1% cada 12 horas”. En estos casos se recomienda, además, “un cribado de ETS, especialmente la infección por Chlamydia trachomatis”.


Balanitis de zoon

Se produce en pacientes de edad avanzada “no circuncidados y asociado a mala higiene”, y los síntomas son “lesiones rojo-anaranjadas brillantes, con bordes bien delimitados en glande y múltiples manchas eritematosas puntiformes”.

En casos de diagnóstico incierto “se realizará biopsia para excluir una eritroplasia de Queyrat”.

El tratamiento se basa en “medidas higiénicas y circuncisión”, aunque, como indica, “también se pueden utilizar corticoesteroides tópicos, con o sin antibiótico asociado al láser CO2”.


Eitroplasia de queyrat

Se caracteriza por ”lesiones eritematosas, con aspecto aterciopelado y bordes bien delimitados”. Como describe Peinado, “pueden aparecer también lesiones blanquecinas sobreelevadas, que, si son induradas, sugieren un carcinoma de células escamosas”.

En estas enfermedades el riesgo de malignización es superior al 30%.


Enfermedad de bowen

Las lesiones son “discretas y aparecen como placas eritematosas”. El riesgo de malignización es superior al 20%. En estos casos, la biopsia es esencial para descartar un “cáncer de pene”.

El tratamiento puede basarse en “fluorouracilo al 5% tópico o se puede proceder a la resección por láser a través de la crioterapia”.

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