Cómo detener el envejecimiento del cerebro haciendo ejercicios físicos
Según un nuevo estudio, realizar al menos dos horas de ejercicios aeróbicos a la semana, desacelera el envejecimiento del cerebro en personas mayores de 60 años
Un nuevo estudio publicado en la revista Neurobiology of Learning and Memory destaca que hacer ejercicios aeróbicos dos horas a la semana, a medida que nos hacemos mayores, puede detener el envejecimiento de nuestro cerebro.
Los investigadores de la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, hicieron un análisis de los cerebros de las personas ancianas una vez que comienzan a ejercitarse.
Específicamente, estudiaron el hipocampo, el centro común para consolidar los recuerdos, que a menudo comienza a fallar a medida que avanzamos en los años, refiere el portal Inside Hook.
Es un problema común en todo el país; uno de cada nueve estadounidenses informa problemas de memoria después de los 45 años, mientras que uno de cada 14 estadounidenses desarrolla demencia (generalmente Alzheimer) después de los 65 años.
Los científicos reclutaron a un grupo de voluntarios mayores de 60 años y algunos de ellos mantuvieron un estilo de vida sedentario, mientras que otros comenzaron a asistir a clases de baile de una hora, dos veces por semana, durante 20 semanas. Escanearon la actividad cerebral durante estas semanas y luego compararon las pruebas cognitivas al final del período con las administradas al principio.
En general, los ancianos activos exhibieron una actividad cerebral más juvenil y dinámica que los que se sentaron durante cinco meses. Sus lóbulos temporales mediales eran más propensos a “iluminarse” (mostrar reconocimiento) y sincronizar conexiones.
Ese tipo de actividad no solo permite que las personas retengan información, sino que también se asegura de que puedan aplicarla a nuevas situaciones y continuar creciendo, incluso a medida que envejecen.
Caminatas para el corazón
En otro estudio, publicado por la Universidad de Oxford en la revista PLOS Medicine, se halló que el mínimo aumento de la actividad física podría ofrecer recompensas masivas para la salud del corazón.
Un equipo de investigadores de esta universidad accedió a información biométrica de más de 90,000 hombres y mujeres que habían usado rastreadores de actividad física para el Biobanco del Reino Unido (una base de datos que contiene información sobre la salud y el estilo de vida de medio millón de británicos) y analizó cómo su actividad diaria afectó su riesgo de enfermedad cardíaca, refiere el portal Inside Hook.
La investigación confirmó que pasar de un estilo de vida sin actividad a uno ligeramente más activo puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca en un 30%.
Las personas del grupo menos activo no hacían ejercicio formalmente y rara vez caminaban, por lo que es probable que el simple hecho de comprometerse con una caminata diaria mejore las posibilidades de tener un corazón más saludable.