Cuál es la mejor temperatura para dormir, según expertos
Casi el 20% de los adultos en Estados Unidos tienen dificultades para conciliar el sueño, debido a que no ajustan correctamente la temperatura, según los CDC
Anteriormente, te compartimos algunos detalles que necesitas considerar al momento de conciliar el sueño. Por ejemplo: cómo elegir una buena almohada o cuál es la mejor postura que asumes en la cama. Sin embargo, hay otro factor que nunca debes olvidas y es la temperatura en la que se encuentra tu habitación.
Según los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), casi el 20% de los adultos en Estados Unidos tienen dificultades para conciliar el sueño, debido a que no ajustan correctamente el termostato. Esto conduce a temperaturas inadecuadas, incluso sin darte cuenta.
El doctor Chris Winter, neurólogo especializado en medicina del sueño, aclara que no existe una regla única para todos, respecto a las necesidades, rutina e higiene del sueño.
Sin embargo, precisa que la mejor temperatura para dormir se ubica «entre 65 y 67 grados Fahrenheit».
Asimismo, una investigación publicada en el Journal of Physiological Anthropology sugiere que los 66 °F pueden facilitar una caída natural en la temperatura corporal central, que es la que promueve el sueño y reduce las probabilidades de despertarte en plena madrugada.
«Las preferencias individuales pueden variar según la edad, el género y la comodidad personal», aporta el doctor Paul Harris, director médico de Soaak Technologies y de la aplicación Soaakl. No obstante, coincide en que la temperatura es «esencial» para lograr un sueño profundo constantemente.
Mantener la temperatura también es clave para dormir bien
El doctor Paul Harris aconseja que prepares tu dormitorio ajustando el termostato, aproximadamente una hora de acostarte. Esta ayuda tecnológica es de las más óptimas para mantener una temperatura y evitar aumentos o decesos de frío y calor durante la noche, y según tus gustos.
En el caso de que no cuentes con este tipo de recursos tecnológicos, una alternativa simple y efectiva es abrir una ventana. Esto reducirá la temperatura de manera natural en noches más frescas, además de circular el aire y la ventilación.
Y otra opción que nunca falla es un ventilador. «En caso de que sientas mucho calor, este aparato puede enfriar o refrescar», apunta.
Finalmente, presta atención a tus sábanas y a tu ropa, porque en noches calurosas debes considerar que sean de material refrescante. «Las sábanas de algodón o bambú son transpirables y absorben la humedad», aconseja el doctor Harris.
«También puedes considerar usar mantas refrescantes, pijamas que absorban la humedad o almohadas refrescantes», sentenció.
La información contenida en este artículo es solo para fines educativos e informativos y no pretende ser un consejo médico o de salud. Siempre consulte a un médico u otro proveedor de salud calificado con respecto a cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica u objetivos de salud.