Mi pareja y yo trabajamos en horarios opuestos: qué hago
Una relación donde tú y tu pareja trabajan en horarios opuestos puede dañar la intimidad y conexión, incluso si las ganancias económicas son mayores
Si los horarios de trabajo invertidos están causando problemas, es fundamental que den el primer paso: reconocerlo. Crédito: Shutterstock
Trabajar en horarios opuestos, es decir, la mujer durante el día y el hombre por las noches, por ejemplo, es una de las situaciones más apáticas que puede vivir una relación de pareja.
A menos que sea por una corta época, e igualmente deben tener precaución, un escenario como este puede dañar profundamente la intimidad y/o conexión, incluso si las ganancias económicas son mayores.
El doctor Emmanuel Peña Serrano, psicólogo clínico de origen puertorriqueño, experto en psicoterapia individual y de pareja, señala que los horarios laborales opuestos dependen de la perspectiva que tengan en la relación.
A su criterio y experiencia profesional, «no siempre las parejas lo perciben como algo negativo, sino como un beneficio». La clave estaría en sacarle el máximo provecho al poco tiempo que tienen juntos. Sin embargo, para otras relaciones es una circunstancia conflictiva.
Los horarios laborales disparejos ayudarían a la calidad de la relación, puesto que ambos miembros aprenden a disfrutar mejor de los pequeños momentos. «No se mide la cantidad de tiempo, sino la calidad de las citas y espacios para compartir», afirma el psicólogo.
Las parejas con horarios de trabajo opuestos deberían acudir a terapia
Esta es una recomendación del doctor Ismael González Martínez, psicólogo especializado en terapia cognitivo conductual, terapia humanista y terapia racional-emotiva.
Él considera que las jornadas laborales opuestas o descoordinadas suelen ser el motivo que conduce a un consultorio para recibir terapia de pareja. «Muchas veces el asunto sale a relucir, se menciona en las sesiones iniciales», asegura el experto.
También señala que la terapia por trabajos con horarios invertidos es producto del desgaste y los problemas de comunicación que los miembros sienten en su relación.
Otro consejo valioso es que tú y tu pareja reconozcan que esa dinámica laboral les está causando daño, ya que es un primer paso para buscar las soluciones necesarias. Pero mientras siguen «sumergidos» en esa rutina, priorizando el dinero, la relación empezará a desmoronarse.
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