Ayuno intermitente: ejercitar antes de ayunar puede acelerar la quema de grasa, dice estudio
Un nuevo estudio de la Universidad de Brigham Young publicada en la revista científica Medicine & Science in Sports & Exercise halló que realizar un entrenamiento vigoroso justo antes de comenzar un ayuno puede ayudar a su cuerpo a entrar en un modo de quema de grasa mucho más rápido
El ayuno intermitente es una práctica antigua que en la actualidad ha causado furor por sus beneficios a la salud y los sorprendentes resultados para bajar de peso mediante la quema de grasa corporal. Por lo que independientemente de las religión o las creencias, el fasting se ha convertido en el dogma de muchos.
Pero, ¿sabías que puedes hacer algo para acelerar la quema de grasa? Sí, se trata de hacer ejercicio justo antes de comenzar el ayuno.
Un nuevo estudio de la Universidad de Brigham Young publicada en la revista científica Medicine & Science in Sports & Exercise halló que realizar un entrenamiento vigoroso justo antes de comenzar un ayuno puede ayudar a su cuerpo a entrar en un modo de quema de grasa mucho más rápido.
Asimismo, de acuerdo con la reseña de Eat This, Not That! también parece maximizar los beneficios adicionales para la salud asociados con el ayuno.
Los voluntarios del estudio que se ejercitaron antes del ayuno tenían cantidades significativamente más altas de sustancias químicas conocidas por ayudar al cuerpo a combatir numerosas enfermedades, como el cáncer y la demencia.
La intención de la investigación se orientó a ver si se podía cambiar el metabolismo durante el ayuno a través del ejercicio, especialmente con la rapidez con la que el cuerpo entra en cetosis, expuso un colaborador del estudio y Ph.D. de BYU estudiante, Landon Deru.
Cuando el cuerpo humano entra en un estado elevado de quema de grasa, significa que ha comenzado un proceso de cetosis.
Durante el ayuno se deja de ingerir glucosa a través de los alimentos, por lo que eventualmente, el cuerpo recurre a otras fuentes de combustible, que en este caso es la grasa almacenada la que puede aportar energía.
Para el experimento, 20 adultos sanos realizaron dos ayunos de 36 horas. Después de comer sus últimas comidas uniformes, la mitad inmediatamente comenzó a ayunar sin hacer ejercicio, mientras que los otros participaron en una extenuante sesión en cinta de correr durante 45-50 minutos.
Las diferencias entre los dos grupos fueron drásticas. Los que hicieron ejercicio entraron en cetosis tres horas y media más rápido, y sus cuerpos produjeron un 43% más de B-hidroxibutirato (BHB), una sustancia química similar a las cetonas.
Los investigadores teorizan que hacer ejercicio antes de un ayuno hace que el cuerpo queme una cantidad significativa de energía/glucosa y finalmente resulta en una transición rápida a la cetosis.
Cabe destacar que comer una comida abundante y cargada de carbohidratos antes de comenzar un ayuno puede ralentizar considerablemente el proceso de cetosis.
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