Juntar ingresos o cada uno por su lado: Cómo es mejor administrar el dinero con tu pareja

La planificadora financiera Sophia Bera compartió algunos métodos que podrían funcionar dependiendo de lo que devenga cada uno y de los intereses que tengan en común

Juntar ingresos o cada uno por su lado: Cómo es mejor administrar el dinero con tu pareja

No importa el método que elijas con tu pareja para administrar sus ingresos, lo importante es estar de acuerdo. / Foto: Way Home Studio - Freepik.

No importa que hayan decidido juntar los ingresos de ambos o que cada uno se encargue de su propio dinero, la planificadora financiera certificada Sophia Bera tiene algunos métodos que te ayudarán a escoger la mejor manera de administrar tus entradas con tu pareja, principalmente para los gastos en común, con los pros y contras, y que decidimos compartir contigo para que tomes la mejor decisión.


Cada uno según sus ganancias

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Este método consiste en que cada uno aporta un porcentaje equivalente a sus ingresos para contribuir con los gastos comunes, señala Bera, citada por el portal Arbor Fintech.

¿Para quién funciona?: Para parejas (casadas o no) con salarios considerablemente diferentes. Especialmente cuando el que gana más desea tener un estilo de vida compartido (cenas y vacaciones) más alto de lo que el que gana menos puede permitirse por sí mismo.

¿Cómo hacerlo?: Abriendo una cuenta conjunta donde cada persona contribuya un porcentaje de sus ganancias para pagar por los gastos compartidos. Idealmente sobre el 50% de lo que gana cada uno.

Pros: La ventaja principal es que ninguno de los dos se siente con la presión de “mantener el ritmo” del estilo de vida del otro, la diferencia de sueldo no causa un choque. Por otro lado, aunque compartan finanzas para los gastos en común, cada uno mantiene parte de su dinero separado.

Contras: La principal desventaja es que la persona que pague un porcentaje mayor empiece a sentirse resentida o “castigada” por ganar más.


Todos somos iguales aquí

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Parejas que usan este método, contribuyen con una cifra igual a los gastos comunes, no importa cuales sean sus ingresos, señala Bera, citada por el portal Arbor Fintech.

¿Para quien funciona?: Para las parejas que tienen ingresos y deudas de cantidades parecidas.

¿Cómo hacerlo?: Establecer una cuenta conjunta para el alquiler, las cuentas, la compra y otros gastos compartidos, y luego aportar cantidades iguales cada mes. Se debe tomar en cuenta que ya que se trata de una cuenta conjunta, ambos tienen acceso a los fondos, por lo que se tiene que confiar en que la otra persona utilizará el dinero para lo que se estableció.

Pros: El que cuenta con un salario mayor no se siente “penalizado” por sus ganancias, y el que posee menores ingresos siente que está contribuyendo de igual manera que su pareja.

Contras: Se necesita tener un acuerdo sobre qué acciones se tomarán si uno de los ingresos de la pareja se queda en 0 (por ejemplo, si pierde su trabajo). Otra desventaja es que se puede crear tensión en la relación si la persona de mayor ingreso lleva un estilo de vida mejor porque le sobra más dinero después de pagar las cuentas.


Lo que es mío es tuyo

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Este método se refiere a las parejas que mezclan completamente sus finanzas y combinan sus cuentas bancarias, que tienen tarjetas de crédito y débito conjuntas, señala Bera, citada por el portal Arbor Fintech.

¿Para quién funciona?: Para parejas casadas que se unen teniendo bienes que no son significativamente diferentes.

¿Cómo hacerlo?: La primera opción es tener una cuenta combinada donde cada uno deposite todas sus ganancias y de la que saquen todos sus gastos. La opción 2 es tener una cuenta combinada para ganancias y gastos, además de una cuenta bancaria separada para cada uno, con dinero que puedan gastar como quieran.

Pros: Es un “nosotros” en lugar de “tu” y “yo”. No se lleva un marcador y si los ingresos de una persona bajan o la de la otra suben, se balancean entre ellos.

Contras: El que gana más, puede no parecerle que la otra persona gaste su dinero, especialmente si uno de los dos suele ser el derrochador mientras el otro intenta ahorrar. Para esto es bueno hablar al menos una vez al mes para llegar a acuerdos sobre lo que se piensa gastar, en qué y cuánto tienen planeado ahorrar.

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Lo tengo bajo control

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Este método consiste en que una persona pague por todos los gastos conjuntos de la pareja.Para quien funciona: Para parejas (casadas o no) en la que uno gana mucho más que el otro. O una pareja en la que uno de los dos estudia, se queda en casa con los hijos o no tiene salario, señala Bera, citada por el portal Arbor Fintech.

¿Cómo hacerlo?: Si la persona que gana más se lo puede permitir, él o ella puede asumir todos los gastos de la casa.

Pros: Es muy cómodo para las situaciones en las que por alguna razón la otra persona no puede trabajar.

Contras: Se pueden crear malentendidos con respecto a lo que se espera en cuanto al dinero si la relación se acaba, ¿la persona que paga todo querrá ser pagada de regreso?, O, ¿cada uno irá por su lado fuera de culpa? Cuando la otra persona regrese a trabajar, ¿pagará más gastos de la casa para recuperar el tiempo que no estuvo contribuyendo con los gastos? Es importante tener una comunicación abierta sobre estos aspectos para que no se creen conflictos en un futuro.


Escoge qué pagar

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En este método en lugar de dividir cantidades, cada uno escoge qué cuentas y gastos asumir (estos no necesariamente tienen que ser equitativos),señala Bera, citada por el portal Arbor Fintech .

¿Para quién funciona?: Para parejas con salarios considerablemente diferentes, especialmente que no están casadas. Perfecto para las parejas que no quieren combinar sus finanzas.

¿Cómo hacerlo?: Se dividen las cuentas, puede ser que uno pague la cuenta del gas y la electricidad, mientras la otra persona paga el internet y los gastos de la compra. Lo más importante es que tengan un plan que funcione bien para los dos.

Pros: No se crean confusiones en cuanto a en qué gastó la persona y por qué, ya que tienen cuentas diferentes y los acuerdos son muy claros.

Contras: Puede que una persona tenga que pagar por algo que no utiliza (por ejemplo la TV), o más de lo que ella gastaría para sí misma.


Dos en uno

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Aunque los dos estén trabajando, viven con un salario y ahorran el resto, señala Bera, citada por el portal Arbor Fintech.

¿Para quién funciona?: Para parejas en las que uno de los dos tiene un salario irregular, o bien, parejas que estén planeando vivir con un solo ingreso en el futuro,

¿Cómo llevarlo a cabo?: Con un presupuesto compartido que vaya de acuerdo con los ingresos de uno de los dos, lo que significa limitar los gastos esenciales como el alquiler, los servicios públicos y la comida a menos del 50% de los ingresos de esa persona, y utilizar ese ingreso para todo (desde ir a cenar o de compras a pagar deudas). Se envían todos los ingresos de la otra persona directamente a una cuenta de ahorros.

Pros: Puede llegar a ser muy bueno para las finanzas de la pareja, ya que los obliga a gastar un mínimo y a ahorrar el resto para emergencias, o para cumplir sus objetivos de ahorro.

Contras: Puede ser difícil al comienzo acostumbrarse a vivir con un salario cuando se estaba gastando el doble. También, puede crear disputas entre para qué y cuándo gastar el dinero, también en cómo dividirlo en caso de que decidan terminar la relación. Tienen que tener un acuerdo previo en que gastar esos fondos, o para que los guardan y si se presenta algún imprevisto si sacarán el dinero de ese fondo.

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