Da el pecho a tu bebé: La leche materna mejora la inmunidad y metabolismo de los bebés
Científicos de las universidades McGill y Montreal hallaron que la lactancia materna posterior a los 46 días de nacido el niño, refuerza su sistema inmunológico y metabolismo
Según una investigación realizada por científicos de Montreal y Guatemala, la leche materna, después de los 46 días de nacido el niño, podría actuar como una inyección de refuerzo diaria para la inmunidad y el metabolismo del bebé, publicó el portal Medical Xpress.
En un nuevo estudio sobre esta sustancia, los investigadores descubrieron que existe una variedad de bacterias del microbiomas nunca antes identificadas, que protegen el tracto gastrointestinal infantil y mejoran aspectos de la salud a largo plazo, como la prevención de alergias.
Hasta ahora, se sabía relativamente poco sobre el papel que juegan las bacterias del microbioma en la leche materna, refiere el estudio publicado inicialmente en la revista Frontiers in Microbiology.
«Algunas bacterias que observamos en muestras de leche materna tenían una función común en la destrucción de sustancias extrañas o xenobióticos y podrían desempeñar un papel en la protección contra toxinas y contaminantes», señaló el coautor del estudio, Emmanuel González, especialista en bioinformática de la Universidad McGill.
Este descubrimiento es un indicio sobre cómo las madres ayudan a sentar las bases de la inmunidad infantil.
Lactancia temprana, lactancia tardía
Para obtener más información sobre el microbioma de la leche materna, los científicos analizaron muestras de leche materna utilizando tecnología de imágenes de alta resolución, iniciada originalmente por la Universidad McGill y la Universidad de Montreal para detectar bacterias en la Estación Espacial Internacional.
Analizaron muestras de leche materna de madres de la etnia indígena guatemalteca Mam-Mayan, del Altiplano Occidental de Guatemala.
Esto les dio una ventaja única para observar el microbioma de la leche materna a lo largo del tiempo, específicamente entre la lactancia temprana y la tardía (6-46 días versus 109-184 días), refiere la investigación.
A diferencia de la mayoría de las madres residentes en los Estados Unidos, casi todas las progenitoras de la etnia Mam-Mayan amamantan durante el período recomendado de seis meses por la Organización Mundial de la Salud. En Estados Unidos, solo el 26% de las madres lo hacen.
«Este período de alimentación más prolongado nos permitió observar cambios importantes en las bacterias proporcionadas a los bebés a lo largo del tiempo», indicó González.
La tecnología genómica utilizada por los científicos reveló una variedad de especies de microbiomas compartidas entre las madres Mam-Mayas, lo que proporciona una visión de una comunidad diversa de bacterias que se transmiten a los bebés.
«Estudiar los microbiomas de diversas comunidades es importante para comprender la variación presente en los seres humanos», dice la coautora Kristine Koski, profesora asociada en la Escuela de Nutrición Humana de McGill.
«La mayoría de los estudios sobre el microbioma de la leche materna se han realizado con madres de países de altos ingresos, lo que genera una imagen incompleta de las importantes bacterias que se transmiten a los bebés durante el desarrollo temprano».
Los científicos esperan que estos descubrimientos ayuden a fomentar una investigación más inclusiva y sólida.