Qué cosas de tu cocina están más sucias que en tu baño
Algunos de estos objetos no suelen limpiarse continuamente, ya que pasan desapercibidos
¿Crees que por ser el lugar donde se guardan y preparan los alimentos todo está impecable? La realidad es muy distinta, ya que en la cocina pueden depositarse más bacterias que en el propio baño.
Por mucho que despegues la grasa adherida a la estufa, friegues los pisos y laves impecablemente los platos y cubiertos, hay distintos objetos que continúan sucios, muy sucios.
Lo más curioso e impresionante es que algunos de estos objetos no suelen limpiarse continuamente, ya pasan desapercibidos. De este modo los usas y sigues usando sin darte cuenta en la cantidad de microbios que acumulan.
5 cosas de tu cocina que están más sucias que en tu baño
Cubo de basura
1
Seguro es lo primero que te vino a la mente y sí, acertaste. El camión del aseo transita por tu casa unas dos o tres veces por semanas, sacas la bolsa con los desperdicios, pero… ¿Y el cubo? ¿Lo limpiaste?
No te imaginas la cantidad de bacterias que “hacen fiesta” desde el cesto de basura, que llega a pasar semanas sin recibir una sesión de limpieza.
Esponja
2
Debido a que interactúa constantemente con el agua y el jabón para lavar platos pensamos que la esponja del fregadero está limpia, lo cual es falso.
Restos de comida, incluso ya descompuestos, reposan en la esponja durante varios días. Esto sin contar que siempre está húmeda y atrayendo bacterias.
Fregadero
3
Es el mismo caso: No por estar en contacto con agua y jabón signifique esté impecable. La realidad es que en el fregadero habitan millones de agentes patógenos que provienen de alimentos crudos y cocidos.
La mejor manera de evitar que se contamine es lavarlo a diario con desinfectante, sobre todo si lo has expuesto a carnes crudas, vegetales o posiblemente el plato de tu mascota.
Bolsa reutilizable de supermercado
4
¿Te lo esperabas? Haber cambiado las bolsas plásticas por reusables es un punto a favor de la ecología, pero una desventaja ante las bacterias.
Si no las lavas con frecuencia, la interacción dentro y fuera de casa hace que acumulen gérmenes en su interior. Al menos una vez por semana debes incluirla en el lavarropas.
Tus manos
5
Por supuesto que cuentan. ¿Te las lavas cada vez abres un huevo, organizas la comida dentro de la nevera o te dedicas a cortar el pollo? La cantidad de gérmenes que puedes transmitir con tus propias manos es incalculable.
Y no solo a la comida, sino a los cubiertos, cuchillos, ollas y todos los utensilios que requieres para cocinar.
Acostumbra a lavarte las manos con agua y jabón cada vez que vayas a tocar cualquier alimento y procura secarlas con toallas de papel. Es un grave error emplear los paños de cocina o el delantal.