¿La masturbación infantil debe alarmar a los padres?
Cuando la masturbación es bastante frecuente, puede develar en el niño una dificultad afectiva, por lo que es necesario atender a los pequeños de inmediato
Aunque la masturbación infantil no es un problema en sí mismo, ni una situación a la que hay que tratar de alarmante, si es demasiado frecuente o intensa puede adquirir una “particular importancia” , refiere el libro Mi hijo crece.
“La masturbación revela simplemente una dificultad afectiva del niño. Es una consecuencia y no su causa”, se señala en el libro, y se asegura que “no tiene consecuencias perjudiciales para la salud” del infante.
¿Qué es la mastrubación infantil?
Según el libro Mi hijo crece, la masturbación infantil suele limitarse a balanceos rítmicos, y no debe confundirse con una exploración de los órganos genitales, e incluso ciertos manoseos.
La masturbación en el niño es un fenómeno normal en su desarrollo físico y afectivo, y no revela en modo alguno disposiciones perversas ni viciosas; “así como tampoco suele ser causa de retrasos intelectuales, fracasos escolares y otras anomalías de comportamiento”, se refiere en el libro.
Causas de la masturbación infantil
La masturbación expresa que el niño pasa por momentos difíciles en su hogar, o nerviosidad, a la que va asociada a otros síntomas como morderse las uñas, terrores nocturnos e inquietud.
Según se señala en el libro Mi hijo crece, el niño que se masturba padece de dificultades afectivas y, como tal, hay que tratarlo. «Nada servirá considerarlo como un síntoma aislado, porque no producirá resultados».
Las amenazas, los castigos y las promesas para que el niño deje de masturbarse “sólo pueden agravar las anomalías afectivas iniciales”.
¿Cómo atacar la causa?
Para atacar la causa afectiva que está llevando al niño a masturbarse de forma frecuente e intensa, en Mi hijo crece se recomienda crear alrededor del infante una atmósfera de confianza y tranquilidad.
Asimismo, es necesario que los padres ayuden al niño a disminuir el sentimiento de vergüenza y culpabilidad que acompaña a la masturbación, para que esta se haga menos frecuente y llegue hasta a desaparecer.