3 trucos para poner a un hombre nervioso por ti
Los hombres son bastante básicos y fáciles de sorprender, todo es cuestión de actitud cuando se trata de generar una buena impresión al hablar con ellos
El arte de la seducción está en cada mujer que se decide a poner en práctica herramientas basadas en la experiencia y la ciencia para dejar a su prospecto loquito de amor. Crédito: Shutterstock
¿Tienes interés por algún nuevo hombre? Hay algunas tácticas que puedes guardar bajo la manga para que lo pongas nervioso por ti. Te decimos tres de ellos.
Los hombres son bastante básicos y fáciles de sorprender, todo es cuestión de actitud cuando se trata de generar una buena impresión al hablar con ellos.
La idea acá es darles un poco de atención para que destaques entre otras potenciales candidatas, se pongan nerviosos y te recuerden por ello.
El arte de la seducción está en cada mujer que se decide a poner en práctica herramientas basadas en la experiencia y la ciencia para dejar a su prospecto loquito de amor.
Recuerda lo que dice el coach de seducción Jorge Lozano: “la seguridad de una mujer es la inseguridad de todo hombre”, ya que es una herramienta súper sexy para sacarlo de su zona de confort.
Trabaja en tu seguridad, lo que implica independencia, toma de decisiones y autosuficiencia. La confianza en ti misma te convierte en una mujer irresistible y un físico de ensueño no valdría lo suficiente si no transmites determinación. Entonces, qué es lo que tienes que hacer para poner a un chico nervioso por ti:
1. Frente, ojos, labios
Dedica unos segundos para mirar fijamente primero la frente, luego los ojos y de último los labios. Normalmente tendemos a ver a las personas a los ojos o los labios, nuestros ojos se van allí por defecto debido al movimiento y estamos acostumbramos a ello.
Si cambias ese patrón de mirada puede ser un tanto incómodo para él, al punto de que te pregunte si tiene algo extraño. Actúa con naturalidad y dile que todo está bien, que no pasa nada. No abuses de esta técnica, porque si no puedes quedar como una acosadora.
2. Repite su nombre
Nuestros nombres son música para nuestros propios oídos. Es lo que nos llama, como nos llamas, como estamos acostumbrados a ser reconocidos por los demás.
Cada vez que tengas algo que decirle incluye su nombre, en la frase y será como un pitazo que llamará su atención.
3. Halágalo
Los hombres están acostumbrados a halagar, pero no a ser halagados. Así que lánzale un cumplido en medio de una conversación y mira su reacción.
Mientras menos se lo espere, mejor. Solo interrúmpelo y di algo como: “ese color de camisa te queda tan lindo, te lo tenía que decir” y sigue como si nada.
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